Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas: porque el tiempo está cerca. Apocalipsis 1:3.

Los 7 Sellos

Y MIRÉ cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí á uno los cuatro animales diciendo como con una voz de trueno: Ven y ve. Y miré, y he aquí un caballo blanco: y el que estaba sentado encima de él, tenía un arco; y le fué dada una corona, y salió victorioso, para que también venciese ...

{ Por H. Haley }

El Libro Sellado. Los secretos del futuro; el destino de la obra redentora de Cristo. Aquí la creación entera se interesa en el resultado de la lucha milenaria. Esta visión de Juan describe el plan que Dios tiene para poner fin a los grandes problemas que han asechado a la humanidad desde su origen.

Vemos el sumo interés que Dios tiene en este asunto pues ha traído el dilema del pecado a un juicio final. El juicio es tan elevado que nadie es digno de hacerlo salvo el Cordero. Y es el León de Judá, el "cordero de Dios que quita el pecado del mundo" el que puede quitar los sellos. Al comenzar la visión se presenta como guerrero, como león. Pero desde ahora en adelante es llamado "Cordero". El león es el poder; el cordero el sacrificio y el padecimiento. Por contradictorio que parezca, el secreto de su derecho fueron sus sufrimientos. Su majestad se halla en su mansedumbre.

Los siete ojos representan la omnisapiencia. Los siete cuernos el poder que todo lo conquista. No sólo conoce el futuro, puede contemplarlo, evidencia plena de Su divinidad.

Es una escena verdaderamente trascendental. Los seres vivientes, los ancianos, las huestes angelicales y el universo entero están en éxtasis sobre la redención del hombre y la vindicación de Dios.

Sólo Jesús puede poner estos problemas en su verdadera perspectiva, ya que sólo su amor puede desenmascarar el pecado tal como es. En el Calvario, Jesús obtuvo la victoria sobre el pecado, y es en su calidad de Vencedor es que puede abrir el libro sellado. La visión de los siete sellos demuestra que El está consciente de nuestros problemas y la seria actitud que toma con él. Demuestra que Dios permite que el pecado siga su curso solamente por su amor abnegado y como creador sustenta la vida de aún aquellos en rebelión.

Conforme se van abriendo los sellos, se presenta ante Juan los desastres políticos del Imperio Romano y su conversión llegando hasta su fin. Al hacer esto, presenta las consecuencias que ha tenido la apostasía y el mal que surgiría de lo que era bueno en su comienzo (descrito por los distintos colores de los caballos y jinetes). Empezando con el evangelio puro se pervierte hasta ser perseguidora, trayendo hambre (física y espiritual), desastres naturales y el temor que se apodera de los corazones de los hombres.

Además cada sello es una señal bien definida del regreso de Jesús. Inmediatamente antes de su muerte dio señales que serían antes de su advenimiento. Es de suma importancia notar que por cuanto Juan escribe "después de la caída de Jerusalén", estas señales son para "el tiempo del fin".

En conjunto con las siete iglesias y las siete trompetas, forman el andamiaje principal del la Revelación. Llevarán el relato de la visión hasta su fin. El escritor presenta las ideas para luego ampliar los conceptos con muchos detalles.

Hemos incluido una tabla comparativa aquí de los siete sellos con y otra tabla comparando los sellos con el sermón escatológico de Jesús. Comparando ambos, las conclusiones son muy interesantes. Queda al lector hacer sus conclusiones.