Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas: porque el tiempo está cerca. Apocalipsis 1:3.

Las 7 Iglesias ¿Simbólicas o literales?

{ Suministrado por Ernesto Redondo }

¿Qué otras evidencias existen para considerar que las cartas a las siete iglesias prefiguraban siete períodos de la historia de la iglesia? En la página 120 prometimos considerar otras evidencias que apoyan la opinión de que las cartas a las siete iglesias simbolizan siete períodos de la historia de la iglesia. Ya hemos considerado tres:

  1. La visión de la estatua de Daniel 2 es la clave tanto para Daniel como para el Apocalipsis. Abarca claramente el curso de la historia secular desde los días del profeta hasta el fin del mundo. Nos prepara en forma convincente para que verifiquemos que las otras visiones importantes de Daniel: las de los capítulos 7, 8 Y 11, también comienzan en los días del profeta y avanzan paralelamente hasta el fin del mundo.
    El Apocalipsis está sólidamente estructurado sobre el fundamento de Daniel. De esa manera Daniel 2 nos prepara para que veamos que a lo menos las principales visiones de la primera mitad del Apocalipsis, la mitad histórica: los siete sellos, las siete trompetas, las escenas del gran conflicto y las siete iglesias, también avanzan paralelamente desde los días del profeta hasta el fin del mundo.
  2. Las siete cartas contienen elementos definidamente proféticos como Sufriréis una tribulación (Apocalipsis 2: 10, en la carta a la iglesia de Esmirna) y Yo te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir (Apocalipsis 3: 10, en la carta a la iglesia de Filadelfia).
  3. En San Juan 13: 19 Jesús dijo:
    • Os lo digo desde ahora, antes de que suceda, para que, cuando suceda, creáis que Yo Soy.
    Al aplicar el propio principio de interpretación de Cristo, en las páginas 120-132 dimos una mirada retrospectiva a partir de hoy y descubrimos que las siete cartas siguen muy de cerca los acontecimientos relacionados con la historia de la iglesia.

    A esas consideraciones podemos añadir las siguientes, entre otras:

  4. En el Sermón profético Jesús, como Daniel, recorrió el curso completo de la historia de la iglesia desde sus propios días hasta la segunda venida. Si Daniel y Jesús lo hicieron, es razonable llegar a la conclusión de que San Juan también lo hizo.
  5. A los cristianos de Esmirna se les advirtió que sufrirían tribulación por espacio de diez días (Apocalipsis 2: 10). Cuando Policarpo sufrió el martirio, alrededor de los años 155 ó 156 DC (ó 166 de acuerdo con otros historiadores), sufrieron una persecución que duró varios días literales. Pero volvieron a sufrir algo parecido durante el gobierno del emperador Decio (Trajano Decio) en el año 250 DC, y también sufrieron la terrible persecución de diez años, del 303 al 313, bajo el emperador Diocleciano y sus sucesores.
    Muchos siglos después, en 1402, 1424 Y 1922 fueron masacrados por millares en una carnicería que sobrepujó por lejos incluso la miseria de la persecución dioclesiana. Si suponemos que los diez días deben tener una aplicación estrictamente literal, nos quedaría el interrogante de por qué Jesús advirtió a los cristianos de Esmirna sólo con respecto a una de las menores persecuciones que sufrieron. Pero si Esmirna representa una época de la historia de la iglesia en su conjunto, y si los diez días representan diez años dentro de esa época, entonces el mensaje de la carta cobra sentido.
  6. En efecto, las siete iglesias literales sufrieron durante la persecución de Diocleciano, entre los años 303 y 313. Si las siete cartas hubieran estado destinadas exclusivamente a las siete iglesias mencionadas, nos estaríamos preguntando por qué no se advirtió a las siete congregaciones acerca de la persecución de Diocleciano que todas ellas iban a sufrir. Por otra parte, si las cartas a las siete iglesias representan siete períodos sucesivos, es lógico que la persecución de Diocleciano, que iba a recaer sobre todos los cristianos durante uno de esos períodos, fuera anunciada únicamente a la iglesia de Esmirna, que simbolizaba ese período.
  7. La promesa de la segunda venida que aparece en Apocalipsis 1: 7 es incondicional: He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá. Otras promesas -más bien advertencias- respecto de la venida de Cristo aparecen en las cartas a Efeso (2: 5), Pérgamo (2: 16) y Sardes (3: 3), pero en todos esos casos son condicionales. Señalan lo que Cristo haría al venir si esas congregaciones no se arrepentían. Por lo contrario, a los leales creyentes de Tiatira se los anima a que mantengáis firmemente hasta mi vuelta lo que ya tenéis (2: 25); Y para animar a los cristianos de Filadelfia a mantener con firmeza lo que tenían, Cristo les hace esta promesa directa: Pronto vendré (3:11). Estas promesas incondicionales se refieren a la segunda venida que se producirá en ocasión del fin del mundo. Al mismo tiempo las Invitaciones a retener con firmeza lo que tenían, presuponen cierta demora. Es digno de tomar en cuenta que' la única referencia a la pronta venida de Cristo aparece en la carta a la sexta iglesia, cerca del fin del tiempo.

Considerados en su conjunto, los argumentos que hemos repasado aquí nos animan a llegar a la conclusión de que las cartas a las siete iglesias son simbólicas, como tantos otros aspectos de Daniel y el Apocalipsis. Nos convencen de que debemos considerarlas, como las profecías de Daniel y el Sermón profético de Jesucristo, como preanuncios que abarcan la historia desde los días del profeta y hasta el fin del mundo.