Alabad á Jehová, naciones todas; Pueblos todos, alabadle. Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia; Y la verdad de Jehová es para siempre. Aleluya. Salmo 117;1,2

¿Qué sucede al morir? - 1ra parte

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¿Qué es la muerte?

La doctrina de que el hombre cuando muere no está muerto, es una creencia popular que nos llega del mundo babilónico. La creencia de que el alma no muere no está apoyada por la Palabra de Dios, la Biblia dice que "el alma que pecare esa morirá", y añade, "más los muertos nada saben". Lea Eclesiastés 3.

Cuando Satanás en forma de serpiente tentó a Eva en el Huerto del Edén, la Biblia nos dice que aquí el gran engañador introdujo la doctrina de la inmortalidad. Dios le dijo a la pareja, "el día que comas del fruto prohibido morirás" Génesis 2:17, pero leemos que Satanás al tentar a Eva le dijo, "bien sabe Dios que el día que comas del fruto serás como Dios" Génesis 3:5. Eva creyó a Satanás, dudó de Dios, pero 900 y algo años más tarde se cumplió la sentencia divina, Adán murió la primera muerte, la muerte física. Aquellos que aceptan la Palabra, saben que el diablo los engañó con su mentira. El estudioso sincero aceptará la ayuda del Espíritu Santo y creerá a Dios antes que a los hombres.

La doctrina de la inmortalidad del alma como la de un infierno que arde constantemente en algún lugar, son doctrinas inventadas por Satanás para engañar si fuera posible a los escogidos.

Para poder entender lo que Dios quiere enseñarnos en su palabra sobre la muerte, tenemos que comenzar en el Génesis en el mismo momento de la creación.

Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fué el hombre en alma viviente. Génesis 2:7, Versión Reina Valera 1569, 1909.

La siguiente fórmula nos ayudara a entender el proceso de la vida; invertido se realiza es la muerte:

Muñeco hecho del polvo + soplo de vida = ALMA VIVIENTE.

ALMA VIVIENTE - soplo de vida = Muñeco hecho del polvo (muerto e inerte)

La Biblia dice que Adán fue creado del polvo de la tierra y Dios sopló en su nariz SOPLO DE VIDA para que el muñeco de tierra viviera (Génesis 2:7). Dios sopló en la nariz de Su aliento y Su aliento es vida pues proviene de Dios y Dios es vida. Dios da o la quita la vida cuando El quiere pues El es Dios y Fuente de toda vida. Nadie, absolutamente nadie le puede devolver la vida a un muerto, sólo Dios quien posee las "llaves del sepulcro" puede abrir la tumba para llamar a la vida a sus muertos.

Por esta razón cuando Dios juzgue a todos los impíos por sus pecados, deberá producir una resurrección, tiene que llamarlos a la vida para que en vida puedan ser juzgados, pues la Biblia dice que " Dios no es Dios de muertos, sino de vivos." Mateo 22:32.

La paga del pecado es la muerte, como del jornalero es su salario. La muerte no es un préstamo; no se devuelve. Los que han aceptado a Jesucristo y aquellos que no, al morir serán guardados sin reprensión hasta el día cuando Jesucristo regrese en gloria a buscar su iglesia. Los "muertos en Cristo resucitaran primero", y los otros serán despertados después de los mil años, esta es la segunda resurrección y serán resucitados para recibir la sentencia de la MUERTE ETERNA.

Ningún texto (en contexto correcto) en la Biblia dice que al morir una persona, el muerto vuelve a su casa con sus familiares, al trabajo, etc. Tampoco existe algún verso que diga que cuando se muere, se va al cielo si es bueno o al infierno si es malo.

Si existe algún versículo que parece darnos esa idea, debemos ir a través de toda la Biblia y confirmar la Palabra de Dios, pues un solo texto si su contexto puede convertirse en un pretexto para confundir la verdad de Dios. En estos engaños el diablo tiene mucho éxito.

Amigo y hermano mío, te invito a que estudies la Biblia con la Biblia, no te dejes llevar por lo que dice el sacerdote, el ministro o el pastor, cree solo en la Palabra de Dios y no serás engañado.

Los muertos nada saben

Uno de los mayores anhelos del hombre es develar el misterio que rodea a la muerte. A la mayoría de nosotros, se nos ha enseñado desde niños que cuando un ser querido ha fallecido "está en el cielo con Jesús", pero, ¿qué dice la Biblia con respecto a este tema?

Aceptamos que la Santa Biblia tiene autoridad divina como palabra inspirada de Dios, así que recurriremos a ella para responder la pregunta que nos ocupa. En sus primeras páginas encontramos la descripción de la creación del hombre: "Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente" (Génesis 2:7) Vemos que el hombre está formado por dos partes: cuerpo y espíritu.

En el libro de Eclesiastés, se nos dice que cuando el hombre muere, ocurre el proceso inverso: "antes que... el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dió". Cuando cuerpo y espíritu se separan, el hombre deja de existir. Dirán algunos, la vida del hombre no acaba con la muerte, tenemos un alma inmortal. (La Biblia utiliza el término "alma" para referirse al ser humano en su totalidad).

Y no olvidemos que "Porque el suceso de los hijos de los hombres, y el suceso del animal, el mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros; y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia: porque todo es vanidad." Eclesiastés 3:19. Nadie cree que los animales suben al Cielo al morir y todavía ninguna iglesia predica que los animales pueden ir al infierno a quemarse o al purgatorio a limpiar sus pecados.

Según 1 Timoteo 6:16, Dios es "el único que tiene inmortalidad". ¿Dónde nace entonces, la idea de que el ser humano posee un alma inmortal? Génesis 3:4 dice: "Entonces la serpiente dijo a la mujer: 'No morireis'." sin embargo Dios dice: "El alma que pecare, esa morirá" (Ezequiel 18:4)

A pesar de ello, se ha enseñado esta gran mentira y engaño diabólico por siglos la inmortalidad del alma como una verdad absoluta. Muy triste que tantas personas creen en este engaño. El diablo se ha encargado de difundir este error, el cual ha originado falsedades como el espiritismo, el purgatorio, las oraciones a los santos, la reencarnación, etc.

Pero volvamos a la Biblia para comprobar si los muertos pasan "a otra vida", ellos:

  1. No piensan: "Sale su aliento y vuelve a la tierra, en ese mismo día, perecen sus pensamientos" Salmo 146:4
  2. No tienen memoria: "Porque en la muerte no hay memoria de ti" Salmo 6:5
  3. No tienen sentimientos: "también su amor y su odio y su envidia fenecieron ya" Eclesiastés 9:6
  4. No saben nada: "Los que viven saben que han de morir, pero los muertos nada saben, ni tienen más paga, porque su memoria es puesta en el olvido" Eclesiastés 9:5
  5. No pueden alabar a Dios:
    • "En el Seol (tumba) ¿quién te alabará?" Salmo 6:5
    • "Porque el Seol no te exaltará, ni te alabará la muerte, ni los que descienden al sepulcro esperarán tu verdad" Isaías 38:18
    • "No alabarán los muertos a Jehová, ni cuantos descienden al silencio" Salmo 115:17
  6. No realizan ningún tipo de actividad:"En el Seol adónde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría" Eclesiastés 9:10

Sin embargo, tal estado de las cosas no debe desanimarnos; tan claramente como enseña la muerte del hombre, la Palabra de Dios proclama su resurrección:

  • "Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán primero" (1 Tesalonicenses 4:16)
  • "Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección" (Apocalipsis 20:5)
  • "Porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz, y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida, mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación" Juan 5:28-29

Todos los hombres han de resucitar, los que tengan parte en la primera resurrección en ese momento (y no antes), serán revestidos de inmortalidad (1 Corintios 15:52-53); en cambio a los que tomen parte en la segunda resurrección les espera la aniquilación en el fuego, esta es la muerte segunda (Ap. 20: 14-15) y su consecuencias son eternas, ya que no hay mas resurrección ni esperanza.

Como dice un dicho italiano, una vez terminado el juego, el rey y el peón vuelven al mismo cajón.